La luna esa noche esta preciosa, alta como nunca la había visto,
brillar como jamas lo había hecho el sol, del color........del color
de la luna, ese color tan imposible de imitar, de ese blanco marfil
punteado por el azul mar en un día de lluvia. Allí estaba ella, con la
vista posada en la cumbre de una colina aleja de lo antinatural, sin
mas luz que la que ella misma desprendía, y de esa forma, recortando
en la oscuridad dos siluetas enfrentadas.
Ambas, estaban en silencio, deleitándose con el sonido que producía la
respiración del otro, y tan cerca el uno al otro, que si uno de los
dos se balancease sin querer lo mas mínimo, sin querer, sus labios
chocarian.
Y ahí es donde residía el problema. ¿Alguna queria balancearse?
Y de repente, sucedió, algo en aquella noche, iluminados por la luna
como único testigo, en aquel momento, cambió en esas almas, y tan solo
ella, vio lo que había pasado.
Fdo: Chelmick
©
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